Recuerda la fundación de la agrupación política con una multitudinaria ceremonia.
“El pueblo chino se ha levantado” y su ascenso, después de más de un siglo de subdesarrollo e invasiones, es “irreversible”. Un fuerte patriotismo y reflexiones indirectas hacia Occidente marcaron el discurso del presidente Xi Jinping con motivo del centenario del Partido Comunista.
Beijing, China
AFP
“¡El tiempo en el que el pueblo chino podía ser pisoteado, en el que sufría y era oprimido ha terminado para siempre!”, dijo Xi en la Puerta de Tiananmen, desde donde su lejano predecesor Mao Zedong proclamó la República Popular en 1949.
Tras hacer referencia a las guerras del Opio, el colonialismo occidental y a la invasión japonesa (1931-1945), Xi Jinping alabó al Partido Comunista de China (PCCh) por mejorar el nivel de vida y restablecer el orgullo nacional.
“El pueblo chino no permitirá nunca que fuerzas extranjeras le intimiden y le opriman. Quien lo haga corre el riesgo de ser aniquilado ante una Gran Muralla de acero edificada por 1,400 millones de chinos”, señaló, frente a una multitud de jóvenes y de miembros del partido congregados en plaza Tiananmen, ensalzando la salida de la pobreza de cientos de millones de chinos en tan solo unas décadas.
“El gran renacimiento de la nación china ha entrado en un proceso histórico irreversible”, se congratuló.
Modelo económico
Indicó que el PCCh debe “continuar desarrollando el socialismo con características chinas”, al que consideró “un camino chino único para la civilización” que “ha creado un nuevo modelo para el progreso humano”.
“Solo el socialismo con características chinas puede desarrollar China”, afirmó, tras resaltar que “la economía socialista de mercado ha permitido a China convertirse en la segunda economía mundial”.
Al respecto, señaló que China está dispuesta a “aprender las lecciones que pueda de los logros de otras culturas” y que recibirán de buen grado “las sugerencias útiles y las críticas constructivas”.
“Sin embargo, nunca aceptaremos el sermoneo de quienes se creen con derecho a aleccionarnos”, aseveró.
“China se proclama cada vez más una superpotencia. Xi Jinping envía un mensaje fuerte a Occidente: cualquier iniciativa de cortar el paso a China está destinado al fracaso”, dice Willy Lam, profesor en la Universidad China de Hong Kong.
Fundado por un puñado de militantes en julio de 1921 en una Shanghái todavía dividida en concesiones extranjeras, el PCC dirige la segunda potencia mundial y tiene la firme intención de seguir imponiéndose a escala internacional.
Espectáculo
Ayer por la mañana resonaron en Beijing 100 disparos de cañón para conmemorar el centenario. La patrulla acrobática del Ejército del aire sobrevoló la plaza de Tiananmen, dibujando en el cielo haces rojos, amarillos y azules.
Algunos helicópteros formaron en el cielo el número “100” y otros llevaban la bandera del partido.
Con un crecimiento exponencial, el PCCh puede estar orgulloso de haber sacado al país del subdesarrollo. Pero los dirigentes se enfrentan a la desaceleración económica, los desafíos climáticos y al envejecimiento de su población.