La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad que, a nivel mundial, suma más de 2,8 millones de pacientes diagnosticados, es decir, 1 de cada 3000 personas viven con esta patología. Incluso, en los países con la prevalencia más elevada, esta cifra puede llegar hasta 1 caso por cada 300 personas.
La Dra. Natalia Gómez, Gerente Médico de Esclerosis Múltiple de Sanofi, comenta que esta enfermedad se caracteriza por ser un padecimiento crónico inflamatorio de los más prevalentes del sistema nervioso central, debuta principalmente en pacientes entre los 20 y 40 años y es más frecuente en mujeres que en hombres.
La especialista explica que la EM es una afección neurológica que se caracteriza por una inflamación y daño del tejido que recubre las neuronas (mielina). Cuando esta se daña, se genera una pérdida neuronal que conlleva a un deterioro físico y cognitivo.
De acuerdo con la Dra. Gómez, los síntomas varían mucho en cada persona, sin embargo, destacan la fatiga física y cognitiva en grados severos, problemas de visión, falta de equilibrio, coordinación, sensibilidad, dolor, problemas de vejiga e intestinos, afectaciones en la sexualidad, el habla y cambios emocionales.
Es importante mencionar que existen cuatro fenotipos de esclerosis múltiple: síndrome clínico aislado, primaria progresiva, secundaria progresiva, y remitente-recurrente. Este último es la forma más común de la enfermedad, representando aproximadamente un 85% de los casos. Se caracteriza por la presencia de ataques bien definidos o episodios de síntomas neurológicos nuevos o más agudos (lo que se conoce como recaídas o exacerbaciones) que pueden durar varios días o semanas.
Debido a que se necesitan diversos exámenes y los síntomas pueden confundirse con otras patologías, su detección puede tardar varios años. “Es fundamental tener acceso a un diagnóstico oportuno, tratamientos pertinentes e integrales, profesionales médicos expertos, así como neurólogos con especialidad en enfermedades desmielinizantes, lo que contribuirá a retrasar la progresión del padecimiento, ofreciéndole a los pacientes una mejor calidad de vida”, enfatiza la Dra. Gómez.
De acuerdo con la especialista, entre los múltiples factores que causan la enfermedad se encuentran los genéticos, climáticos e inmunológicos. Para finalizar, la Dra. Gómez indica que, con relación a los tratamientos, existen distintas opciones farmacológicas para reducir los brotes del padecimiento y sus consecuencias clínicas, “actualmente, se dispone de diversas terapias en presentaciones orales, inyectables e infundidas, las cuales serán escogidas, en base a la características individuales de cada paciente, en conjunto con el médico tratante”.