IPE: ¿Qué sucede cuando el Estado asume el rol de empresario?

IPE: ¿Qué sucede cuando el Estado asume el rol de empresario?

Una empresa que no puede quebrar, que no importa cuánto dinero pierda, tampoco lo pésimo de los servicios que presta y las malas inversiones que realice es el riesgo que se corre cuando el Estado asume el rol de empresario y decide poner a funcionar empresas públicas.

Cuando una empresa privada no hace las cosas bien se declara en quiebra, pero una empresa estatal siempre puede financiarse con el dinero que pagamos los peruanos en impuestos, ya sea el Impuesto General a las Ventas o el Impuesto a la Renta. Es por eso que una empresa pública carece de incentivos para ser eficiente.

“Pueden funcionar para contratar solo a los amigos o allegados al poder, funcionar de caja chica del Gobierno, dar malos servicios, y cuando todo falla, pedir más plata a cargo de los contribuyentes”, explica el Instituto Peruano de Economía.

En la década de los 70 y 80 los peruanos fueron testigos de cómo los monopolios de las empresas públicas perdieron mucho dinero, fueron fuente de corrupción y frenaron a la inversión privada. Hoy varias de estas empresas, como las responsables de llevar agua a las ciudades del país, siguen perdiendo dinero, ofreciendo pésimos servicios y no cuentan con la capacidad de mejorarlos.

Es así, que solo en los últimos cinco años las empresas del Estado han perdido más de S/10 mil millones, muestra de que el Estado debe enfocarse en cumplir las funciones que sí le corresponden como garantizar derechos y acceso a salud, educación, caminos, seguridad y otros servicios básicos que se contemplan dentro de nuestra Constitución actual.

Fuente: IPE

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