Caja Huancayo lanza programa de financiamiento para vehículos eléctricos

Caja Huancayo lanza programa de financiamiento para vehículos eléctricos

Con este nuevo financiamiento, Caja Huancayo busca apoyar la transición hacia una movilidad más limpia y responsable en Perú.

Caja Huancayo ha dado un importante paso hacia la sostenibilidad al iniciar el Financiamiento de transporte sostenible a través de vehículos eléctricos. La entidad financiera peruana ha lanzado un programa dirigido a fomentar la adquisición de automóviles ecológicos, ofreciendo créditos accesibles y atractivas condiciones de pago para sus clientes.

Con esta iniciativa y con una alianza estratégica con la empresa Quantum, Caja Huancayo no solo apoya la movilidad sostenible, sino que también contribuye a la reducción de emisiones contaminantes, promoviendo un futuro más limpio y responsable en el país.

¿Desde cuándo se podrá acceder al financiamiento de vehículos eléctricos?

Caja Huancayo Iniciará su Financiamiento de transporte sostenible a través de vehículos eléctricos desde este 7 de agosto en las agencias de Lima, Cusco y Chincha. Los vehículos son 100% eléctricos y no tienen emisiones de CO2. Estos son de 3 tipos: autos/city car, trimoto/mototaxi y motocicletas.

¿Cuáles son las características de los vehículos eléctricos?

Los vehículos eléctricos que serán financiados por Caja Huancayo tienen las siguientes características:

  • Una potencia de 4000 W,
  • 50 km km/h de velocidad máx.
  • De 80 -100 km de autonomía
  • Batería de Litio LiFeP04 automotriz, con un costo de recarga de batería del E4 de solo s/.5.00
  • 6 horas máx. de carga de batería
  • Frenos hidráulicos tipo pastilla
  • Disco ventilado en las 4 ruedas
  • Techo solar con abertura de hasta 15°, con 2 ventiladores y otras condiciones propias de un auto moderno.

¿Quién podrán acceder al Financiamiento de transporte sostenible a través de vehículos eléctricos?

Podrán acceder al financiamiento todos los clientes que cuenten con ingresos formales e informales (como boletas de pago, recibos por honorarios, depósitos de remuneraciones, contrato y constancia de trabajo, entre otros), los pequeños y microempresarios (tanto de negocios formales como informales), y las personas jurídicas que tengan capacidad de pago y mantengan una calificación normal en el sistema financiero.

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