Biden y Johnson firman Carta del Atlántico

Crisis climática y amenazas contra los ciberataques, entre los temas.

En su primer encuentro cara a cara, Joe Biden y Boris Johnson hicieron hincapié en la histórica alianza entre sus países, dejando de lado las tensiones que la aplicación del brexit provoca en la región británica de Irlanda del Norte.

Carbis Bay, Reino Unido

AFP

Este primer viaje internacional del presidente estadounidense busca marcar el “regreso” de Estados Unidos al multilateralismo tras el mandato de Donald Trump, destacó Biden a su llegada al Reino Unido para una gira europea de ocho días que terminará en un encuentro con el presidente ruso, Vladimir Putin, en Ginebra.

Reunión

Marcando la importancia de la relación con su aliado británico, Biden inició su visita reuniéndose con el primer ministro Johnson en Carbis Bay.

Los dos dirigentes firmaron una nueva Carta del Atlántico, concebida siguiendo el modelo de la acordada por sus predecesores Roosevelt y Churchill hace 80 años, pero teniendo en cuenta nuevas amenazas como los ciberataques y la crisis climática.

“Aunque el mundo ha cambiado desde 1941, los valores siguen siendo los mismos” en lo que respecta a la defensa de la democracia, la seguridad colectiva y el comercio internacional, afirmó Downing Street.

Tensión  sobre el ‘brexit’

Las tensiones en torno a la aplicación del brexit en Irlanda del Norte amenazaban con empañar el encuentro.

Al presidente Joe  Biden, muy orgulloso de su ascendencia irlandesa, le desagradan los intentos de Londres de incumplir los compromisos comerciales adquiridos con la Unión Europea en el “protocolo norirlandés”.

Este permite no tener que reimponer tras el brexit una frontera terrestre entre Irlanda del Norte y la vecina República de Irlanda, país miembro de la Unión Europea, pero dificulta el envío de mercancías a esa región británica desde el resto del Reino Unido.

El llamado Acuerdo del Viernes Santo de 1998, alcanzado con la participación del expresidente estadounidense Bill Clinton, puso fin a la violencia entre republicanos católicos y unionistas protestantes que causó unos 3,500 muertos en 30 años de conflicto.

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